Para su erradicación es importante combinar la toma de medicamentos prescritos (dos antibióticos y un inhibidor de protones como es el omeprazol), mantener una correcta higiene de manos y de los alimentos que vayamos a consumir, así como llevar una alimentación adaptada a la sintomatología de cada persona. También es vital no consumir lácteos durante el tratamiento y separar su ingesta de la de alimentos ricos en calcio. Patricia Nevot explica cómo a veces resulta complicado erradicarla, debido a que este tipo de bacterias han terminado desarrollando resistencia a los antibióticos, fundamentalmente por el mal uso que la población ha hecho de estos medicamentos. De ahí la importancia de que estén recetados por personal médico y se cumpla su prescripción. Otros factores que pueden afectar a la inflamación y volver ineficaz el tratamiento son el estrés, la falta de sueño y descanso, el sedentarismo ( que provoca acumulación de gases y puede generar distensión gástrica e intestinal, perjudicando al tejido y acentuando los síntomas ), una mala alimentación y una ingesta errónea de la medicación
Cuando hay gastritis... ¡Arde el estómago!
A veces, a consecuencia de la infección por Helicobacter Pylori, se produce una inflamación en la zona afectada del estómago, lo que se conoce como gastritis, que aumenta el riesgo de complicaciones conforme aumenta la duración de la infección.
“ Si la gastritis no remite se produce un estado de inflamación de la mucosa estomacal crónica, que
hace que las células y glándulas que allí se encuentran pierdan su funcionalidad. Ello impide que se produzca una buena digestión como consecuencia de la falta de producción de ácido clorhídrico, provocando como efecto secundario la pérdida de la capacidad de absorber vitamina B12 “, explica la experta. Esta inflamación de la mucosa estomacal provoca un ardor que los afectados describen “como un incendio”, por lo que los alimentos a consumir deben tener la característica